miércoles, abril 15, 2009

Soneto 18


(William Shakespeare)


¿Si te comparo con un día de verano?
No, tú eres más hermosa y más agraciada
Rudos vientos azotan las flores de mayo
y la pompa de verano dura apenas nada.

¡A veces el ojo del cielo es tan brillante!,
pero hasta ese oro es menos delicado,
y toda belleza pierde su hermosura
si algún día sigue el curso del hado.

Pero tu eterno verano nunca morirá
ni perderás la belleza que posees
ni logrará la muerte atraparte en su figura,
si vives en la estrofa eterna del poema.

Mientras el hombre viva o el ojo te contemple,
tanto tiempo vivirás, de quien te dio la vida.

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