Julio CORTÁZAR
(Belga-Argentino, 1914-1984)
Te amo por ceja, por cabello, te debato en
corredores blanquísimos donde se juegan las
fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con
delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu
mano;
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la
fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo las lámparas a mitad del
encuentro.
Toda mañana es la pizarra donde te invento y
te dibujo
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con
ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el
vino es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.
(Belga-Argentino, 1914-1984)
Te amo por ceja, por cabello, te debato en
corredores blanquísimos donde se juegan las
fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con
delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu
mano;
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la
fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo las lámparas a mitad del
encuentro.
Toda mañana es la pizarra donde te invento y
te dibujo
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con
ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el
vino es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.
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