José Julián MARTÍ
(Cubano, 1853-1895)
Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran de lirio los ramos,
y las orlas de reseda
y de jazmín: la enterramos
en una caja de seda.
...Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores.
.. .Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer;
ella se murió de amor.
Como de bronce candente
al beso de despedida
era su frente -la frente
que más he amado en mi vida.
...Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío:
yo sé que murió de amor.
Allí en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos;
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Callado al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto
a ver a la que murió de amor.
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