miércoles, abril 15, 2009

Soneto 71


William Shakespeare


No te lamentes por mí cuando esté muerto
y escuches anunciar a la funeral campana,
que abandono el mundo vil por la ribera
que los gusanos volverán la más villana.

Y si lees estas líneas, no recuerdes
la mano que las escribió. Te quiero, y tanto,
que prefiero olvides tus dulces pensamientos,
a pesar que soy causa de tu llanto.

Cuando me leas y en mí pienses,
y esté ya en polvo convertido,
mi pobre nombre ni siquiera cites,
pues tu amor con mi vida ha terminado.

Así evitarás que el mundo sin sentido
se burle de tu rostro acongojado.

0 comentarios:

Publicar un comentario