
Ya no me siento soloEn parte, ya no me siento tan solo, ni triste, ni tengo ese dolor de cabeza abrumador que suele perseguirme con insistencia, ni me duele el estómago. Tampoco hace frío ya: esta tarde más bien está calurosa.Afuera, creo yo, el mundo sigue conspirando contra mí. El plan que tiene, yo lo intuyo, es macabro: cuando logre verme desprotegido y...